Querida Marian, dos puntos:
me enteré de tu muerte
en este sacro portal
fue uno de los peores días de mi vida.
Tengo el corazón francamente
birrumblado y barajo
un posible suicidio
para encontrarme contigo
(no se dónde).
Ya no se si hay cielo o infierno
con tanto debate de dios
en este foro poético
y tengo la filfa hecha un lío.
(últimamente esto
se decanta por el ateísmo).
Así que ya no sé
dónde nos vamos a poder encontrar
en los próximos días.
¿Ya no escucharé
tu aullido en las noches?
¿Ni tus tristes reclamos a la vida?
Creo que ha sido esta maldita poesía
que nos tiene la cabeza
enfrasquilada en negros pensamientos.
(debimos haber follado más
y escribir menos).
En fin, mi amor,
te paso mi dirección de correo
para que me indiques
dónde puedo encontrarme contigo
(antes de esa información
no creo que me suicide.
No me des sustos
con apariciones a destiempo,
sabes que me molestan mucho).
Te amaré siempre.
Roger Nelson
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